La Orden del Cister es fundada por Roberto de Molesmes en el año 1098 en la localidad que dio nombre a la misma, Cistercium, próxima de Dijon, Francia.
En una etapa de opulencia, ostentación y banalidad, la nueva Orden retoma los valores de los primeros tiempos del cristianismo, promoviendo el ascetismo, el rigor litúrgico y la austeridad «Ora et labora».
Y como hace siempre, la vidriera no tiene miedo a adaptarse a las nuevas necesidades de los monasterios Cistercienses.
Llamadas «vidrieras grisalla», carentes de decoración figurativa y de color, vidrieras minimalistas y frías, pero también bellas, humildes, misteriosas….vidrieras que invitan a la contemplación y a la harmonía.
Admiramos estas vidrieras y los Artesan@s que las realizaron por la gran dificultad estética que esconden. Son vidrieras solistas, donde el mínimo error sale a la luz, un equilibrio perfecto entre sobriedad y ostentación, vidrieras silenciosas que permiten escucharnos.
Abadia de Bonlieu
Abadia de aubazine
Monestir de Santes Creus
Abadia de Conques
Iglesia de Saint-Sauveur
Abadia de Sylvanès
Abadia de Silvacane